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La ingesta de alimentos y bebidas mantiene y nutre fundamentalmente su cuerpo. Sin embargo, también es la causa más dominante de enfermedades.
Esto puede sonar como una paradoja al principio. Pero piénsalo: tu cuerpo absorbe no solo los nutrientes sino también las sustancias venenosas (si las hay) en tu comida.
Las enfermedades transmitidas por los alimentos también se conocen coloquialmente como intoxicación alimentaria. Este término incluye toda enfermedad resultante del consumo de alimentos o bebidas en mal estado, contaminados o envenenados.
En otros casos, los alimentos que contienen conservantes y aditivos tóxicos, o toxinas naturales (como hongos venenosos, brotes de patata, etc.) también pueden provocar enfermedades transmitidas por los alimentos.
El clima cálido en verano y la humedad en primavera son las mejores condiciones para el crecimiento de bacterias, lo que lleva al deterioro de los alimentos si no se conservan adecuadamente.
Los síntomas de las enfermedades transmitidas por los alimentos son bastante obvios. Pueden ocurrir después de consumir alimentos contaminados unos minutos, unas horas o incluso después de un día.
Los pacientes con intoxicación alimentaria a menudo sufren náuseas y vómitos. En casos graves, incluso pueden vomitar sangre. La diarrea también es un síntoma común, a menudo diarrea acuosa, que luego puede convertirse en diarrea sanguinolenta.
En ciertos casos, los pacientes pueden tener fiebre alta por encima de los 38 °C (o 100 °F).
Para evitar que usted y su familia contraigan estas enfermedades comunes pero peligrosas transmitidas por los alimentos, consulte las cinco prácticas reglas a continuación.
1. Comienza con la elección de tus ingredientes
La selección cuidadosa al comprar sus alimentos es el primer paso que lo ayuda a evitar el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos. Los alimentos frescos son siempre la mejor opción. Además, debe ser selectivo con sus proveedores de alimentos y restringir el uso de productos no identificados.
La segunda regla es comprobar siempre la fecha de caducidad al comprar alimentos envasados. Este es especialmente el caso de productos como la leche, la carne y las aves, que son altamente perecederos, así que asegúrate de consumirlos en muy pocos días. Además, nunca compre alimentos contenidos en latas y cajas abultadas o rotas porque es un signo de infección.
Además, evite la mayoría de los tipos de vegetales germinados, especialmente las papas, el ajo y las cebollas. En general, no debe comer ni cocinar ningún tipo de alimentos vencidos o vegetales en descomposición, ya que son peligrosos para su salud.
2. El almacenamiento de alimentos requiere su cuidado
Todos tenemos esa costumbre de ir al supermercado solo una vez a la semana, comprar toneladas de comida en paquetes y luego guardarlos en la nevera para su uso posterior. Esta rutina nos ahorra mucho tiempo.
Sin embargo, realmente debe prestar atención al proceso de almacenamiento de alimentos. Será mejor que empaque su comida con cuidado en recipientes aptos para uso alimentario antes de ponerla en el frigorífico. Esto ayuda a conservar los alimentos frescos por más tiempo y también previene el mal olor.
Algunos alimentos se pueden procesar o cocinar antes de colocarlos en el refrigerador para evitar que se echen a perder rápidamente. Asegúrese de separar los alimentos crudos y los alimentos cocidos mientras los guarda.
En cuanto a los alimentos altamente perecederos, como la carne, el pescado, las aves y los productos lácteos, debe conservar los alimentos fríos o congelados tan pronto como regrese a casa. La temperatura de almacenamiento en frío debe ser inferior a 39 °F (o 4 °C), y la temperatura de congelación debe ser inferior a 0 °F (o -18 °C).
Tampoco debe sobrecargar su refrigerador porque puede reducir el espacio de almacenamiento y disminuir la eficacia de la refrigeración. Además, debe revisar regularmente los recipientes de alimentos para evitar fugas. Cualquier señal que muestre deterioro, como cambio de color, forma o textura y mal olor, debe ser notada. En tales casos, no consuma estos alimentos y deséchelos de inmediato para evitar que se echen a perder otros alimentos almacenados en su refrigerador.
3. La limpieza debe ser el primer principio en tu cocina
Mantener un ambiente fresco y limpio en su cocina es una solución sostenible para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos y proteger su salud. Lo primero que debe hacer es mantener todos sus utensilios de cocina, incluidos platos, tazones, tazas, ollas y sartenes, etc., limpios y secos para su almacenamiento. Los desechos de alimentos deben colocarse en recipientes cubiertos con tapas.
También debe encontrar una forma segura de deshacerse de insectos o ratones con regularidad, si los hay. Cree una lista de instrucciones de higiene y asegúrese de que cada miembro de su familia la siga estrictamente.
Finalmente, recuerde mantener limpios el fregadero y el grifo de agua. Es muy probable que olvidemos el grifo del agua cuando limpiamos la cocina. Desafortunadamente, su grifo está sucio, sin importar qué tan limpias estén sus manos después de lavarlas. Los gérmenes se transferirán de él a sus manos y luego a su comida, lo que luego provocará enfermedades transmitidas por los alimentos.
Puede considerar invertir en grifos sin contacto. Están diseñados con la última tecnología sensorial para restringir las prácticas antihigiénicas en la cocina y el lavado. Debería consultar más reseñas de grifos de cocina sin contacto en otros lugares para ver cómo podrían hacer que su proceso de cocción sea mucho más conveniente.
4. Lavarse las manos no es suficiente
Los médicos afirman que el hábito de lavarse las manos con jabón antes de cada comida y después de ir al baño puede salvar más vidas que cualquier antibiótico. Lavarse las manos puede reducir a la mitad el riesgo de diarrea y otras enfermedades transmitidas por los alimentos. Sin embargo, no se apresure. Se recomienda lavarse las manos durante al menos 30 segundos.
Sin embargo, lavarse solo las manos no es suficiente. Otra práctica importante es la higiene corporal. Debe usar ropa limpia, mantener el cabello y las uñas limpios y ordenados. Si tiene fiebre con tos y estornudos, o alguna enfermedad respiratoria o infecciosa, es mejor que otra persona cocine para usted.
5. No solo la comida, también se trata del agua
Por último, pero no menos importante, no olvide que el agua es uno de los “ingredientes” más esenciales en su comida. El uso de agua limpia es muy importante para prevenir las enfermedades transmitidas por los alimentos. El agua limpia debe ser agua pura sin olor ni sabor extraño. Debe evitar beber agua sin hervir o esterilizar o usarla para hacer hielo y helados.
El agua potable debe mantenerse en un recipiente apto para uso alimentario, higiénico y sin fugas. Es posible que desee almacenar su agua en el refrigerador para poder disfrutar de una bebida fría agradable en cualquier momento. Y lo más importante, recuerda no verter agua hirviendo o caliente en recipientes de plástico o esponjosos.