¿Quiere reducir su desperdicio? Reciclar, sí. ¡Pero reutilice primero!
Nota del editor: A menudo pensamos en Reducir, Reutilizar, Reciclar desde el punto de vista de nuestro consumidor. He aquí un artículo interesante desde el punto de vista del negocio de la gestión de residuos.
RHoy en día, el reciclaje electrónico es una gran noticia, y un negocio aún más importante. De hecho, a medida que la industria intenta mantenerse al día con nuestras crecientes pilas de basura, hay una nueva emoción en torno a cómo las nuevas innovaciones pueden proporcionar la respuesta a una crisis que se está convirtiendo muy rápidamente en el problema definitorio de nuestra era. Ya se trate de la lucha contra el plástico de un solo uso o de eliminar las complejidades de los desechos electrónicos, parece que todos los días alguien está en los titulares de un nuevo enfoque innovador para nuestros desechos.
Sin embargo, aunque este renacimiento en el reciclaje está muy atrasado (y es una pieza vital del rompecabezas de la gestión de residuos), puede ser culpable de ocultar otro paso importante en la forma en que deberíamos tratar con nuestros residuos.
Antes de pensar en reciclar los productos y envases que consumimos, primero debemos encontrar formas efectivas y eficientes de reutilizarlos.
La reducción y la reutilización (en ese orden) son las únicas formas de apoyar una industria del reciclaje naciente que no puede hacer frente a la forma en que actualmente consumimos y producimos residuos.
La importancia de la reutilización
Como parte de la jerarquía de gestión de residuos, la reutilización viene después de la reducción pero antes del reciclaje en orden de prioridad.
En otras palabras, debe reutilizar antes que reciclar.
Siempre que sea posible, deberíamos intentar reutilizar los productos para obtener el máximo beneficio de los recursos utilizados para fabricarlos. La reutilización tiene enormes beneficios sobre el reciclaje que a menudo se pasan por alto. Éstos incluyen:
Ahorro de costes
El reciclaje es caro y es probable que los costes afecten a los consumidores de dos formas. Primero, la mentalidad desechable significa que debemos comprar nuevos productos en lugar de usar cosas que ya tenemos. En segundo lugar, es probable que el aumento previsto de la complejidad de las instalaciones de reciclaje municipales aumente los impuestos.
Ahorros de energía
El reciclaje consume mucha energía. Los productos de desecho deben procesarse (a menudo varias veces) antes de poder recuperar los materiales utilizables. Estos procesos suelen ser complejos e ineficientes en comparación con la fabricación de nuevos artículos. Ésta es una de las razones por las que los productos desechables son tan populares entre los fabricantes.
Minimización de la contaminación
El reciclaje es contaminante. Junto con el procesamiento mecánico, en algunos casos se deben utilizar productos químicos tóxicos para separar los materiales entre sí (el reciclaje de desechos electrónicos es particularmente tóxico). La reutilización de artículos niega la necesidad de procesamiento y mantiene los productos en circulación durante el mayor tiempo posible.
Cambiar las actitudes de los consumidores
El reciclaje fomenta la eliminación. Hoy en día, muchos consumidores saben que reciclar es mejor que enviar productos al vertedero. Sin embargo, esto ha creado un fenómeno conocido como “reciclaje aspiracional”. Esto significa que muchos artículos se colocan en contenedores de reciclaje cuando, de hecho, no son reciclables. También ayuda a respaldar la mentalidad desechable en la que no valoramos los productos tanto como deberíamos.
Cambiar las actitudes de los fabricantes
El reciclaje anima a los fabricantes a fabricar artículos desechables. Al reutilizar cosas, obligamos a los fabricantes a volver a pensar en la necesidad de productos desechables y de un solo uso. Esto empuja a los fabricantes hacia la reducción, el enfoque ideal para la gestión de residuos.
Reutilización para el siglo XXI
En el pasado, reutilizar y reutilizar bienes y otros artículos era mucho más popular de lo que es hoy. Sin embargo, aunque sus abuelos pueden haber guardado frascos, botellas, tinas de plástico e incluso ropa y aparatos electrónicos viejos, la práctica ha caído en desgracia.
Hoy en día, es mucho más probable que los consumidores compren artículos nuevos que esencialmente hacen el mismo trabajo que muchos de los artículos que ya consumimos a diario.
Para reducir nuestros residuos y minimizar la carga en la industria del reciclaje, la prioridad es encontrar una vez más formas de mantener los productos útiles durante el mayor tiempo posible. Aquí hay algunos enfoques que lo ayudarán a lograrlo:
Reutilizar para el mismo propósito
Casi todos los productos de un solo uso se pueden utilizar muchas veces para el mismo propósito. Los frascos de vidrio son ideales para almacenar alimentos después de haber consumido el contenido del original. Incluso las botellas de agua de plástico se pueden reutilizar varias veces para el mismo propósito, simplemente rellénelas.
Reutilizar para un propósito diferente
Incluso cuando los productos ya no son aptos para su propósito original, hay muchas formas de mantenerlos fuera de la caja de reciclaje.
- Las ropas viejas son excelentes trapos y telas.
- Las bolsas de plástico rotas se pueden usar como revestimientos para macetas.
- El papel de desecho se puede usar para casi cualquier cosa, desde comenzar su barbacoa hasta recipientes de comida de origami.
Reciclaje
El reciclaje es uno de los métodos más creativos para reutilizar productos. Hay literalmente miles de formas en las que los productos se pueden reutilizar y darles una nueva vida. Desde convertir recipientes de plástico en macetas para plantas hasta coser jeans viejos en bolsos de hombro a la moda, el único límite es tu imaginación.
Donación y / o Venta
Muchos de los bienes que consumimos simplemente se dejan acumular polvo hasta que ya no sirven. Donar o vender bienes de trabajo es mucho mejor que dejarles ver una vida triste escondida en un cajón. Incluso los bienes no funcionales, como los aparatos electrónicos viejos, pueden encontrar un nuevo hogar si se descomponen en repuestos. La basura de una persona es el tesoro de otra.