Escrito por El tratamiento de las aguas residuales no es un tema que deba tomarse a la ligera, pues un uso incorrecto o negligente de estas puede convertirse en un verdadero problema medioambiental. Las aguas residuales y fecales pueden contaminar los acuíferos subterráneos y los ríos en los que estas desembocan, haciendo de esas aguas limpias y un auténtico lodazal no apto para la vida de la fauna ni para el consumo humano. En las grandes ciudades y en núcleos urbanos bien estructurados, lo frecuente es encontrar grandes plantas de tratamiento en las que se cuida de que el agua residual que se devuelve a los caudales naturales no contenga desechos contaminantes. Pero, ¿qué ocurre en las zonas rurales?
Tiempo atrás, las aguas residuales de las regiones más alejadas de los centros urbanizados vertían sus aguas fecales sobre las propias tierras o sobre los ríos más cercanos. Actualmente, como consecuencia de los efectos negativos de esta práctica, la ley obliga a los dueños de edificaciones en zonas rurales a disponer de sistemas de depuración en caso de que no exista red de saneamiento estatal. Para ello, las fosas sépticas son la alternativa más común e higiénica. Su uso ha sido sobradamente probado y se sabe que el tratamiento de las aguas residuales a través de estos mecanismos es eficaz. Así que, para quienes deseen comprar una propiedad en una zona rural sin planta de tratamiento cercana, nuestro consejo es que se informen para poder hacerse con una fosa séptica homologada, ya que no todas son válidas.
Mientras tanto, a continuación ofrecemos un breve resumen de en qué estado se encuentra la normativa actual sobre fosas sépticas. Con este primer acercamiento, los usuarios podrán buscar este producto con más acierto.
¿Qué condiciones deben cumplirse?
Del mismo modo en que las leyes españolas y europeas establecen la obligación de instalar sistemas de tratamientos de aguas residuales en zonas donde no exista red de saneamiento urbana, también se pronuncia acerca de las condiciones de estas microplantas y cómo debe llevarse a cabo su instalación. A pesar de la información que se proporciona en este artículo, nuestra recomendación es ponerse en manos de un especialista o una empresa dedicada.
Sobre la instalación
Incluso si nos resistimos a consultar las condiciones de uso e instalación de la fosa séptica con un profesional, tarde o temprano tendremos que ponernos en contacto con él. Según la APA (Agencia de Protección Ambiental), solo podrá proceder a la instalación del sistema un operario cualificado, con licencia homologada, o una empresa especializada en este tipo de intervenciones. También su mantenimiento y vaciado deberán llevarse a cabo por alguno de estos dos, ya que los residuos que se generan son de alto contenido contaminante y tóxico. Lo ideal sería contactar con un profesional que tramite el permiso que expiden las oficinas locales del Ministerio de Salud. En caso contrario, tendremos que gestionarlo previamente para poder instalar la fosa séptica sin incurrir en negligencias legales.
Sobre la distancia
Tampoco la ubicación de la fosa séptica queda a nuestro antojo. Será necesario guardar una distancia mínima hasta la vivienda (la propia y la de otros propietarios) y hasta los caudales de agua natural y limpia que existan alrededor (bien internos, bien externos). Quizá esta sea uno de los aspectos más complejos o confusos de la instalación, ya que a este respecto se debe cumplir con la legislación autonómica o municipal de cada región (si existe). Los operarios locales especializados en estos trabajos suelen estar informados sobre todos los pormenores legales, por lo que lo más recomendable es confiar en su criterio, su conocimiento y su experiencia.
Sobre la profundidad
Da igual si en la zona rige una ley autonómica o no. Para el caso de la profundidad, la leyes española y europea establecen que, al menos, debe distar un metro entre la parte más profunda de la fosa séptica y la zona alta de contacto con la superficie. Si el técnico de la instalación creyese conveniente darle más hondura, tiene permiso para hacerlo. No obstante, debe tomarse en consideración la posibilidad de que algún acuífero subterráneo pase bajo nuestra vivienda o bajo la zona de instalación de la fosa séptica. Si se diese esa circunstancia, sería necesario desplazar la fosa lateralmente para evitar con la profundidad posibles filtraciones de agua contaminada al acuífero sano.
¿Qué tamaño debe tener la fosa séptica?
Actualmente, la ley no establece unos tamaños estándares para las fosas sépticas y su capacidad. Aun así, existen referencias de leyes extranjeras que se aplican con frecuencia en España. Lo más común es establecer las dimensiones en función de los usuarios que habitan la vivienda o de los dormitorios que esta posee. En el caso de la medida por usuarios, se establecen dos variantes: si todas las aguas van a la fosa, 160 L por usuario. Si solo van las fecales, 70 L.
