Un nuevo estudio ha encontrado que las fuertes tormentas aumentarán significativamente a finales de siglo.
El estudio, publicado en la revista Cartas de investigación geofísica, es el primero de su tipo que se centra en las tormentas de nieve y lluvia más intensas. Se suma a estudios anteriores que ya han confirmado que las precipitaciones extremas se están volviendo más comunes y advierte a los ingenieros y planificadores que piensen en tales eventos extremos al planificar la infraestructura.
“Observamos muy específicamente las tormentas más grandes”, dijo Kenneth Kunkel, profesor de investigación principal en el Instituto Cooperativo para el Clima y los Satélites de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autor principal del estudio. “Lo que estamos diciendo es el gran evento en la cola extrema de la distribución. . . es probable que ese evento sea mayor para fines de este siglo; un poco más grande.
Clima Central escribe:
El estudio examinó los cambios en lo que se conoce como «precipitación máxima potencial», que es la cantidad máxima de precipitación que es «potencialmente posible» en un área en particular dadas las condiciones ideales.
Ese cálculo no es algo que sea familiar para los televidentes del informe meteorológico diario de televisión, pero ayuda a los ingenieros a guiar la planificación de infraestructura para presas y otras estructuras de gestión del agua, muchas de las cuales están construidas para durar entre 50 y 100 años. Muchas de las represas y diques que se usan hoy en día a lo largo del río Mississippi se diseñaron a principios del siglo XX, por ejemplo.
El documento analizó tres factores que pueden afectar la precipitación máxima potencial: la cantidad de humedad o vapor de agua en la atmósfera, el movimiento vertical del aire y los vientos horizontales. Los investigadores utilizaron modelos climáticos para simular cómo las cantidades crecientes de gases de efecto invernadero en la atmósfera, como el dióxido de carbono, alterarían esos factores. Kunkel dijo que los investigadores estaban particularmente interesados en ver si los otros factores compensarían la influencia de la tendencia ascendente ya observable en el vapor de agua.
El estudio encontró justo lo contrario: el único factor que cambiará significativamente en un mundo que se calienta es la humedad máxima en el aire, y no se verá contrarrestado por los cambios en las otras variables.
La mayoría de las personas pueden atestiguar que el clima extremo se está convirtiendo en una norma, y este nuevo hallazgo sugiere que debemos aceptar el cambio y construir nuestra comunidad en consecuencia para compensar ese clima extremo.