Las ciudades inteligentes se llaman así porque tienen tecnologías inteligentes adaptadas que ayudan a que la vida urbana sea más habitable, eficiente y sostenible.
Muchas ciudades del mundo se consideran «inteligentes», pero lo que realmente queremos saber es cuáles de estos centros urbanos están marcando una gran diferencia para ayudar al medio ambiente.
¿Tienes curiosidad por averiguarlo? Aquí están los tres primeros.
1. Singapur
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Singapur es indiscutiblemente la ciudad inteligente líder en el mundo en este momento. Las tecnologías inteligentes dentro del estado incluyen iluminación eficiente, monitores de estacionamiento, eliminación de desechos y alertas de cuidado de ancianos.
En una de sus subregiones, Yuhua Estate, los residentes son responsables con la ayuda de sensores que rastrean el consumo de energía, la producción de desechos y el uso de agua en tiempo real.
Los sensores también se están utilizando para detectar personas que fuman en lugares no autorizados y que arrojan basura fuera de los edificios.
2. Barcelona
Barcelona es otra ciudad que utiliza sensores para mejorar el tráfico, monitorear la calidad del aire y analizar el clima.
La ciudad es conocida por sus proyectos ambientalmente sostenibles que hacen que los distritos sean increíblemente eficientes desde el punto de vista energético. Aprovechan al máximo su clima soleado a través de la energía solar.
En 2000, todos los edificios grandes debían producir su propia agua caliente. 6 años después, ya es requisito el uso de calentadores solares de agua.
Barcelona también cuenta con un sistema de transporte público limpio que utiliza principalmente bicicletas y autobuses híbridos. Los ciudadanos tienen acceso a más de 400 estaciones de bicicletas a través de una suscripción.
Los grandes camiones de basura no tienen cabida en las calles de Barcelona gracias a su sencillo sistema de gestión de residuos que utiliza tubos neumáticos debajo de los contenedores de basura de la ciudad.
3. Oslo
Oslo es una típica ciudad escandinava dedicada a la vida progresista y limpia. Es una de las ciudades más sostenibles que utiliza 65 000 luces LED inteligentes que se vuelven brillantes o tenues según la cantidad de iluminación que necesita un área.
La ciudad tiene un alto nivel de propiedad de vehículos privados, pero planean prohibir los automóviles en el centro de la ciudad para 2019. Para 2020, las emisiones de carbono deberían haberse reducido en un 50 % con la ayuda de una red de transporte.
Oslo también tiene una tecnología de reconocimiento de matrículas para calcular las tarifas de congestión.