Escrito por La cuenca del Congo, ubicada en la República Centroafricana, es la selva tropical más grande de toda África, solo superada por la Amazonía en el mundo. Cubre un área de 3,7 millones de kilómetros cuadrados que atraviesa Camerún, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República del Congo, Guinea Ecuatorial y Gabón, seis países en total. El 99 por ciento del área forestal consiste principalmente en bosques regenerados naturalmente.
Una gran cantidad de plantas raras y especies de animales en peligro de extinción encuentran su hogar en la selva tropical. Más importante aún, el 8 por ciento del carbono y el dióxido de carbono provenientes de los bosques del mundo se encuentran dentro de las hojas de la selva tropical, lo que la convierte en un importante contribuyente a la limpieza atmosférica. Sin embargo, es desafortunado que las indicaciones de los estudios muestren que a finales de siglo, dada la tasa de deforestación, la selva tropical de la cuenca del Congo podría dejar de existir.
La Universidad de Maryland (UMD) en Estados Unidos recolectó datos vía satélite durante 14 años, entre 2000 y 2014. Luego del análisis de datos, los resultados fueron publicados en la revista Science Advances. Mostraron que 165.000 kilómetros cuadrados de la cuenca del Congo se perdieron entre el período de 15 años.
Hace que uno sienta curiosidad por saber por qué sucedió esto. Los ecologistas se hicieron preguntas al respecto: ¿Cuáles son las causas? ¿Ocurrió debido a razones similares a la deforestación en América del Sur y el Sudeste Asiático que se realizaron para la soja, el aceite de palma y otros cultivos de productos básicos debido a la presión industrial? ¿O se deben a la tala comercial, que se está convirtiendo rápidamente en una amenaza ambiental en las Islas Salomón y Papua Nueva Guinea?
Sus preguntas fueron respondidas por el estudio. Mostró que el principal factor responsable de hasta el 80 por ciento de la pérdida de bosques, entre otros factores, es la agricultura de subsistencia a pequeña escala. Muchas personas de la región se dedican a la agricultura a pequeña escala y, por lo tanto, para conseguir tierras, tienen que talar árboles. Sorprendentemente, muchas de las actividades de tala de árboles en esta zona, de hasta 132.000 kilómetros cuadrados, se hacían manualmente, con hachas.
La razón por la que esto sucedió, según los investigadores, es básicamente por el alto índice de pobreza en la región. La mayoría de la gente de la región vive con menos de 1 dólar al día. Esta alta tasa de pobreza se debe en gran parte a la condición política inestable y al conflicto incesante que caracteriza a la región. De los seis países a través de los cuales se extiende la selva tropical, la mayor parte del área del bosque se encuentra en la República Democrática del Congo.
Lo que es más, la población de las personas que viven en el área del bosque de la República Democrática del Congo es mucho más que la población de los otros cinco juntos. Lamentablemente, la gente de esta zona y la República Central de África se encuentran entre las más pobres del mundo. Estos países tienen algunos de los PIB, expectativas de vida y niveles de educación más bajos del mundo; tienen uno de los índices de desarrollo humano más bajos (alrededor del 10 por ciento) del mundo.
Con un nivel de pobreza tan bajo, la gente definitivamente vive para sobrevivir cada día. Como las opciones de supervivencia son pocas, tendrán que optar por la mejor opción disponible: la agricultura. Esto lo hacen a pequeña escala, produciendo cosechas solo para pasar el año. Dado que muchos de ellos no tienen educación, hay poco conocimiento sobre las prácticas agrícolas. Por lo tanto, se sabe poco sobre la conservación de los nutrientes del suelo. Una vez que una porción de tierra se vuelve improductiva, se trasladan a otra. Otra porción de tierra significa tala de árboles; por lo que la deforestación sigue avanzando.
Si bien esta es la causa principal en la República Democrática del Congo y la República Centroafricana, el caso es ligeramente diferente en Gabón. Alrededor del 60 por ciento de la deforestación que se produce en el área de la cuenca del Congo dentro de las fronteras de Gabón entre 2000 y 2014 se debe a la tala industrial selectiva. La explotación maderera selectiva se produce cuando se seleccionan determinadas especies de árboles para su tala en lugar de la tala rasa convencional. En Gabón, la tala es una de las actividades económicas más importantes, ya que muchas familias obtienen sus ingresos de las actividades relacionadas con la tala, lo que la convierte en una de las principales causas de la deforestación en la región.
Según la predicción de las Naciones Unidas, existe una alta tendencia de aumento de la población humana en la región de la cuenca del Congo para fines del siglo XXI, cinco veces la población actual. Por lo tanto, si no se toman medidas para controlar las actividades de tala de árboles, lo más probable es que no quede nada como la cuenca del Congo en ese momento: 2100 d.C.
El informe de investigación también indicó el surgimiento de la tala de árboles a gran escala para la agricultura industrial. Aunque en el momento de este estudio, representa solo el 1 por ciento de la deforestación total, la observación ha demostrado que está aumentando, particularmente en los países costeros. Si esto no se controla, en los próximos años, probablemente ganará prominencia para ser un importante contribuyente a la deforestación en la zona.
Los investigadores recomendaron que los gobiernos de la región deberían incorporar una planificación del uso de la tierra que desaliente el uso de tierras de bosques naturales para la agricultura. “La planificación del uso de la tierra que minimice la conversión de la cubierta forestal natural para la agroindustria servirá para mitigar esta amenaza incipiente y creciente para los bosques primarios”. según los investigadores.
