Nestlé, tradicionalmente conocida por sus barras de caramelo y sirope de chocolate, se está metiendo en el controvertido debate sobre los objetivos de los biocombustibles.
El periódico The Guardian informa que la compañía de alimentos más grande del mundo se unió a la ONU y grupos de desarrollo, en sus llamados a EE. UU. y la UE para cambiar sus objetivos de biocombustibles debido a la inminente escasez de alimentos y aumentos de precios.
“Decimos que no hay comida por combustible”, dijo Paul Bulcke, director ejecutivo de Nestlé, al final de la Conferencia de la Semana Mundial del Agua en Suecia. “El biocombustible agrícola a base de alimentos es una aberración. Decimos que la UE y los EE. UU. deberían invertir dinero en los biocombustibles correctos”.
En los EE. UU., la Agencia de Protección Ambiental (EPA) tiene un mandato según el cual el 40% de la cosecha de maíz de los Estados Unidos debe usarse para producir biocombustibles. Muchos gobernadores estatales han solicitado a la EPA que renuncie al mandato, ya que el país enfrenta su peor sequía en más de un siglo.
Pero Nestlé, que tiene 470 fábricas de alimentos en todo el mundo y el 25% del mercado mundial de agua embotellada, dice que la economía limpia y la independencia energética de EE. UU. no deben buscarse a expensas del suministro de alimentos o aumentos masivos de precios.
The Guardian habló recientemente con Bulcke. Según se informa, su compañía ha presionado a los gobiernos de EE. UU. y la UE para que cambien sus cuotas: “Hemos dicho [it] a [the] gobierno de Estados Unidos, pero políticamente es difícil. Somos una importante empresa de alimentos y, sí, tenemos voz. Tratamos de expresar nuestras convicciones”.
La agencia de alimentos de la ONU ha aumentado la presión sobre los Estados Unidos y la UE para que cambien sus políticas de biocombustibles debido a la posibilidad de una crisis alimentaria mundial, muy parecida a la que vimos en 2007 y 2008, que desencadenó disturbios por alimentos en todo el mundo. .
Nestlé dice que siempre ha tratado de ser consciente del medio ambiente en sus operaciones comerciales. La compañía señala que se ha estado moviendo con fuerza para conservar el agua, tanto al ayudar a los agricultores a ahorrar desechos mediante el cultivo de cultivos que necesitan menos, como al mejorar la eficiencia de la fábrica. Según los informes, Nestlé también ha reducido drásticamente su desperdicio de leche, ahorrando efectivamente su uso de agua por dólar, que se ha reducido de 4,5 litros en 2002 a 1,5 litros en la actualidad.