Investigadores de Harvard culpan a la carne roja por el 10% de las muertes prematuras

En lo que respecta a la contaminación agrícola, pocas fuentes se comparan con lo que emite anualmente la industria de la carne de res. Pero si los consumidores ecológicos necesitaban otra razón para rechazar la carne roja, son los hallazgos de un estudio reciente de Harvard que vincula la fuente de alimento con el 10% de las muertes tempranas en el mundo industrializado. En particular, consumir bistec puede aumentar el riesgo de muerte prematura en un 12%.

Cuando la mayoría de las personas piensan en formas de volverse ecológicas, tienden a evocar imágenes de instalaciones de paneles solares y conducción de vehículos híbridos. Pero de todos los cambios en el estilo de vida que resultarían en una vida más ecológica, la conversión a una dieta sin carne es una opción que la mayoría de la gente pasa por alto o decide ignorar por completo. Esto es muy lamentable, considerando el impacto ambiental de la industria cárnica estadounidense.

Sin embargo, parece que el medio ambiente no es el único incentivo detrás de un impulso para reducir el consumo de carne roja. Además de los beneficios ecológicos, los recientes hallazgos de Harvard parecen indicar que una menor ingesta de carne roja aumentaría en gran medida las posibilidades de que una persona sobreviva hasta los sesenta, setenta e incluso hasta los ochenta. Parece que, en general, la carne es la fuente de alimento más inviable.

Pero no importa cuánta evidencia se presente sobre los peligros ecológicos y dietéticos de nuestro amor por la carne, los estadounidenses continúan gastando un promedio de $ 142 mil millones en carne de res, pollo, cordero, cerdo y pavo cada año. ¿Estamos lidiando con un mal hábito o una adicción total?

En lo que respecta a los investigadores de Harvard, las grasas saturadas y los altos niveles de sodio son los culpables cuando se trata de las consecuencias potencialmente letales de consumir carne roja, seguidas de las porciones involucradas.

Al reducir la cantidad de procesamiento y, por lo tanto, tratar la carne que comemos, así como las porciones de carne que terminamos consumiendo, ambos problemas podrían resolverse a la vez. Adoptaríamos medidas para reducir el impacto de la industria de la carne en el medio ambiente y, al mismo tiempo, ayudaríamos a reducir la cantidad de muertes prematuras asociadas con el consumo de carne roja. En términos relativos, esto parece un conjunto de objetivos bastante fácil de lograr.

Author: Mireia López

Soy pedagoga, pero en mis ratitos me dedico a escribir y divulgar sobre temas tan importantes como la ecología, espero que os guste lo que tengo que decir en mis pequeñas aportaciones.

Deja un comentario