Si, efectivamente, no hay casa que a día de hoy exista sin electrodomésticos. Son útiles y funcionales, nos ahorran tiempo, trabajo, nos hacen la vida más cómoda y además cubren necesidades básicas como la alimentación o la higiene. Pero precisamente porque son necesarios debemos tener en cuenta su impacto medioambiental, esto es, cuantos recursos consume. Por ello, te mostramos a continuación algunos factores que debes considerar a la hora de elegir electrodomésticos de bajo consumo y haremos zoom en dos de los grandes consumidores.
¿A qué nos referimos con electrodomésticos de bajo consumo?
A la hora de comprar un electrodoméstico es importante que valores su consumo, esto es, cuánta agua y energía necesita para desarrollar su función. Comparativamente, entre dos electrodomésticos que obtienen idéntico resultado será más eficiente aquel que gasta menos, esto es, que consume menos.
¿Y cómo se mide el bajo consumo? La etiqueta energética
Los electrodomésticos vendidos en la Unión Europea deben disponer de su etiqueta energética. La etiqueta energética es una evaluación para conocer el nivel de consumo de un electrodoméstico en base a estándares aplicables a cualquiera de ellos, es decir, todos los electrodomésticos se miden por la misma regla.
De este modo, la etiqueta es obligatoria en:
• Frigoríficos.
• Lavadoras.
• Secadoras.
• Lavadoras.
• Lavavajillas.
• Lámparas domésticas.
• Hornos.
• Aire acondicionado.
La escala de la etiqueta energética
Esta funciona atribuyendo a cada electrodoméstico un consumo por niveles, donde cada nivel corresponde a una letra.
Las letras C y D son las de máximo consumo. A día de hoy ya no se fabrican si bien es fácil encontrarlos en muchos hogares. En estos casos recomendamos su sustitución, pues por cada día que pasa el gasto sigue creciendo.
Las letras A y B son considerados de consumo óptimo. No es el nivel de consumo más reducido, pero al menos pueden perdurar en el tiempo.
Pero los recomendados son los A+, A++ y A+++. Estos si son los electrodomésticos de bajo consumo y su ahorro es significativo. Sin lugar a dudas, son los que debes elegir si vas a comprar uno nuevo.
Frigoríficos de bajo consumo
Aunque no lo parezca, el frigorífico es uno de los electrodomésticos que más consume. ¿Sabes por qué? Pues porque funcionan las 24 horas del día los 365 días del año, ¿verdad? Por ello, cuando vayas a elegir uno asegúrate que sea un auténtico frigorífico de bajo consumo, esto es, un A+++.
Lo bueno es que los fabricantes son conscientes de este consumo y por ello logran la triple A los distintos formatos, tanto en los frigoríficos de una puerta y dos puertas, pasando por los combi, los americanos y las neveras.
Pero la pregunta más habitual que suelen hacerse los consumidores es ¿y cuánto consumen estos electrodomésticos? ¿Cuánto me ahorro eligiendo un clase A+++ en lugar de un B? Pues para ello tienes esta tabla:
• A+++: 174 kWh
• A++: 284 kWh
• A+: 319 kWh
• A: 374 kWh
• B: 506 kWh
• C: 647 kWh
A partir de aquí, según tu tarifa de la luz podrás calcular en euros el coste que suponen, si bien quédate con un dato: pasar de A+++ a A supone más del doble de consumo en un modelo que en otro.
Aire acondicionado portátil de bajo consumo
Cuando llega el verano y la calor aprieta, es normal usar un aire acondicionado. Los ventiladores sólo mueven el aire pero tú necesitas algo que además lo enfríe y que puedas llevarlo de una estancia a otra, esto es, un aparato de aire acondicionado portátil de bajo consumo.
A la hora de elegirlo debes tener en cuenta el volumen (la superficie por la altura estandar) de la habitación a enfriar, pues según sea deberás elegirlo de una potencia u otra.
Así, para habitaciones pequeñas (de 9 a 15 m2) será suficiente con aparatos de potencia 1,5 kW. En salones más grandes (de 20 a 30 m2) la potencia debe rondar los 2,3 kW. Y ya para espacios más grandes (más de 50 m2) deberemos optar por equipos de 3,5 a 4,4 kW.
Pero además de su potencia debes tener en cuenta otra serie de factores:
• Temporizador: lo cual te permitirá ahorrar en su consumo ya que podrás programar la hora en la que finalizará, ideal para las calurosas noches de verano.
• Variedad de programas: no siempre tienes la misma necesidad ni hace el mismo calor, así que los distintos modos de funcionamiento de tu aire acondicionado son relevantes. El más recomendable es el “económica” que precisamente ahorra en su consumo. Pero si tienes otras necesidades puedes optar por el “rápido” (para enfriar inmediatamente), el “swing” y el “sleep”.
• Kit de evacuación: puede parecer algo simple pero en muchas ocasiones es algo que se usa indebidamente. Los aires acondicionados deben evacuar el aire caliente al exterior. Si por el contrario lo dejas dentro de la habitación su eficiencia baja drásticamente y el consumo se dispara.
Conclusión
Hacer uso de los electrodomésticos es a día de hoy una necesidad. No debes “sentirte mal” por hacerlo, si bien debes ser consciente del impacto que generan y de los factores que influyen en su eficiencia. Por este motivo, en este artículo te mostramos distintos factores a considerar, pero la decisión final siempre será tuya.
El precio de compra no debe ser la única variable a tener en cuenta, ni su apariencia ni toque estético. Ni siquiera su tecnología. El consumo mensual, especialmente si el electrodoméstico tiene una larga vida útil (algo que todo pretendemos) debe ponderar bastante en la decisión, de lo contrario lo pagarás en tu factura de la luz y de agua cada mes.
Compra con conciencia, sabiendo lo que hay y actuando siempre de una manera Ecológica y Sostenible.
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