Cada primavera, contengo la respiración por la llegada de los mangos. Esas frutas plateadas, dulces, complejas e inherentemente exóticas ofrecen un sabor diferente a cualquier otra cosa en este mundo. Y en lo que a mí respecta, el mejor postre del mundo es el arroz dulce con coco y mango fresco, una tradición tailandesa. Con sabor a nuez, dulce y masticable, es una excelente delicia casera, incluso si su presupuesto es ajustado. Hacer extra; querrás comerlo todos los días.
El arroz dulce también se conoce como arroz pegajoso, arroz perlado o arroz glutinoso (aunque no contiene gluten). Puede encontrarlo en los mercados asiáticos o en una buena tienda de comestibles. Cocinado con leche de coco y azúcar, se convierte en una delicia dulce y pegajosa que, cuando se combina con mango fresco, se convierte en un manjar gourmet.
Ingredientes
1 taza de arroz dulce orgánico (blanco, negro o integral)
1 taza de leche de coco orgánica (si haces tu propia leche de coco, asegúrate de colarla)
1/2 taza + 1/2 cucharada de azúcar moreno
1/2 cucharadita de sal
1 a 2 mangos orgánicos maduros, cortados en rodajas gruesas
1 a 2 cucharaditas de semillas de sésamo tostadas (opcional)
1 cucharadita de almidón de tapioca (opcional)
Desplácese hasta Continuar
Método
Enjuague bien el arroz, luego colóquelo en un tazón mediano y llénelo con agua hasta una o dos pulgadas por encima del nivel del arroz. Deje reposar durante al menos 1 hora, hasta toda la noche.
Si tienes estopilla, envuelve el arroz. Coloque el arroz en una vaporera y cocínelo al vapor durante unos 45 minutos, hasta que esté tierno. Si no tiene una vaporera, cocine el arroz en 1 3/4 tazas de agua.
Mientras se cocina el arroz, mezcle 3/4 taza de leche de coco, 1/2 taza de azúcar y 1/4 cucharadita de sal en una cacerola. Lleve la mezcla a ebullición, luego deje que se enfríe.
Cuando el arroz esté cocido y aún caliente, añade la salsa de coco y remueve bien. Cubre el arroz y deja que se enfríe hasta por una hora.
Mezcla 1/4 taza de leche de coco, 1/4 cucharadita de sal, 1/2 cucharada de azúcar y la fécula de tapioca en la misma cacerola. Llévalo a ebullición y deja que se enfríe un poco.
Cuando el arroz esté frío, coloque una pequeña bola de arroz en cada tazón y agregue rodajas de mango. Espolvorea el postre con semillas de sésamo y rocíalo con salsa de coco.
Para delicias gourmet más exóticas, intente hacer bolas dulces de sésamo o un risotto de arroz integral y remolacha con leche de coco.