Los contaminantes del aire son muchos y variados.
Muchos gases, materiales y productos pueden participar de una forma u otra en la contaminación del aire siempre que sean lo suficientemente volátiles o finos para permanecer temporal o permanentemente en el aire.
Estos son los principales contaminantes del aire y de dónde provienen.
¿Cuáles son los tipos de contaminantes del aire?
Podemos distinguir 4 familias principales de contaminantes del aire: gases de efecto invernadero, metales pesados, contaminantes orgánicos y biológicos y partículas finas.
El gas de efecto invernadero
Los gases de efecto invernadero son, sin duda, los contaminantes más conocidos, en particular por su papel en el calentamiento global.
Estos gases no son contaminantes como tales en la naturaleza. Generalmente, es la combustión generada por las actividades humanas la que genera una liberación excesiva de estos gases y la que tiene una influencia negativa sobre el clima.
Entre los gases de efecto invernadero, 4 están particularmente presentes y son sensibles a las actividades humanas:
- monóxido de carbono
- dióxido de azufre
- dioxido de nitrogeno
- ozono
Metales pesados
Los metales pesados se pueden encontrar en el aire de forma natural en cantidades limitadas, pero principalmente a través de acciones humanas, en particular la combustión en la industria o la transformación de energía.
Algunos de estos metales pesados se encuentran en forma gaseosa como el mercurio, pero la mayoría se encuentran en forma de partículas finas.
Estos son los principales metales pesados que pueden convertirse en contaminantes del aire:
- Mercurio
- zinc
- el cobre
- el plomo
- cromo
- selenio
- arsénico
Cabe señalar que la contaminación del aire por metales pesados alguna vez estuvo estrechamente relacionada con el transporte por carretera, pero este último ha disminuido drásticamente desde principios de la década de 2000. La eliminación del plomo en los combustibles ha reducido la contaminación en un 95%.
Compuestos orgánicos y biológicos
La categoría menos conocida de contaminantes del aire, los compuestos orgánicos volátiles (COV) como el formaldehído o el benceno, pero también los contaminantes orgánicos persistentes (COP) como ciertos hidrocarburos aromáticos, sin embargo, no deben pasarse por alto en la contaminación del aire.
Los contaminantes biológicos como la legionela, el polen o incluso el moho forman parte de los contaminantes del aire, aunque no siempre son objeto de un seguimiento asiduo.
Las particulas
Se ha prestado especial atención a las partículas contaminantes en los últimos años. Hay que decir que su papel en la contaminación no es despreciable, y los responsables de su emisión no siempre son los sospechosos.
Las partículas a menudo se dividen en categorías según su tamaño, calculado en micrones.
Las partículas de menos de 10 micrones (una milésima de milímetro) se distinguen con mayor frecuencia de las partículas de menos de 2,5 micrones, más a menudo llamadas “partículas finas”. Por debajo de 1 micra, a veces hablamos de partículas muy finas.
Estas partículas, independientemente de su tamaño, están formadas por compuestos químicos que pueden ser liberados por las actividades humanas de varias formas: combustión, extracción, obras de construcción, reacciones químicas, etc.
El transporte, la calefacción de leña, la industria e incluso las obras de construcción son, por tanto, importantes emisores de partículas que contaminan el aire, sean finas o no.
Debido a sus múltiples fuentes, es más complicado aislar y abordar las causas de las emisiones de partículas que otros contaminantes.
¿De dónde provienen los principales contaminantes que más afectan la calidad del aire?
La mayoría de los contaminantes del aire provienen directamente de las actividades humanas.
Cada uno tiene sus especificidades y libera ciertos gases, metales pesados, elementos biológicos o partículas a la atmósfera más que otro.
A continuación se ofrece una descripción general de las principales actividades que son fuentes de contaminación.
Industria: principal emisor de dióxido de azufre y compuestos orgánicos volátiles
Debido a sus variadas actividades que van desde la petroquímica hasta la metalurgia pasando por los materiales de construcción, la industria contribuye a la contaminación del aire al rechazar la mayor parte del dióxido de azufre que contiene nuestro aire, pero también muchos compuestos orgánicos volátiles y casi un tercio de las partículas.
Agricultura: la fuente del 94% de la contaminación por amoníaco en el aire
Si la contaminación del aire a menudo sugiere un entorno urbano saturado de vehículos, las áreas rurales donde la agricultura es importante no se salvan.
El amoniaco en nuestro aire, por ejemplo, representa el 94% de estas actividades agrícolas, y el sector, por su mecanización y sus naves ganaderas, es también el causante de más del 20% de las emisiones de partículas.
Transporte: la causa de dos tercios de las emisiones de óxidos de nitrógeno
Las emisiones causadas por el transporte han disminuido considerablemente con la llegada de vehículos menos contaminantes en la década de 2000. La contaminación por metales pesados es, por tanto, casi anecdótica en los países desarrollados.
Sin embargo, el sector sigue siendo el principal emisor de dióxido de nitrógeno y una de las causas de las partículas finas.
Partículas: de múltiples fuentes
Las partículas son sin duda los contaminantes más complicados de erradicar, ya que su origen proviene de todos los sectores. La industria, la construcción, la agricultura, el transporte e incluso el sector residencial lo liberan en proporciones casi similares.
Conclusión
Los contaminantes del aire son diversos y se pueden encontrar en todos los niveles de la actividad humana.
Sin embargo, cabe señalar que el desarrollo tecnológico ha reducido considerablemente la contaminación del aire en todos los países desarrollados.
Sin embargo, aún queda camino por recorrer para garantizar que el aire que respiramos sea tan puro como debería ser, especialmente en las ciudades.