Escrito por Conforme crece la concienciación sobre el uso de menos bolsas y recipientes de plástico que luego terminan contaminando el medio ambiente, siguen surgiendo nuevas alternativas. A nuestro conocimiento llegan así las botellas de aluminio reciclado, un tipo de envase ecológico que están fabricando ya algunas empresas. Utilizan la misma tecnología que hemos conocido para los refrescos: las latas. Aunque luego vamos a explicar cuál es el problema que se deriva de este cambio de materia prima para el envasado, no todo está perdido. Todas dirigidas a reducir el impacto que generan las botellas de plástico no recicladas, esas que terminan en ríos, mares y océanos. O en una inmensa vegetación mundial cada vez más afectada por la contaminación de todo tipo, pero especialmente los residuos vertidos. Hay maneras de beber sin hacer tanto daño.
Agua enlatada, por el Rey de Atlantis
En el mundo ecologista, este es uno de los lanzamientos más innovadores para dejar de lado al plástico como ese material común que, prácticamente, siempre han usado las empresas. Una compañía propiedad del actor Jason Momoa -quien interpreta a Aquaman como Rey de Atlantis en la famosa película- ya vende agua enlatada. Estos recipientes de aluminio reciclado al más puro estilo refresco se pueden adquirir en la propia web de Mananalu, marca comprometida con el medio ambiente. No es la única que sigue esta filosofía en sus envases, ya que aquí en España existe la firma Nea, una pequeña empresa ecológica que se aventuró igualmente a fabricar estos productos. Las aguas que nacen de un manantial asturiano se comercializan en latas.
Cabe destacar que en este tipo de formatos aumentan los precios de manera importante. También por resultar más barato, las compañías siempre han optado por el plástico como material. Utilizar aluminio reciclado encarece entre un 25 y 30 % el precio final de la bebida, si se compara con el embotellado actual. Por tanto, eso es lo que hecha para atrás, así como la imposibilidad de cerrar el envase. Es evidente que el enlatado tiene ese inconveniente que no sufre una botella con su tapón.
Cambio de mentalidad por los datos del plástico
Si está claro y meridiano lo argumentado arriba, también se sabe ya con fiabilidad que las informaciones que nos llegan sobre la contaminación por plástico no son nada positivas. Este material -además de ser más complicado de reutilizar una vez reciclado- acaba inundando la naturaleza en cantidades desorbitadas. Los expertos, a través de sus últimos estudios, estiman que más de 10 millones de toneladas de plásticos quedan navegando por mares y océanos cada año. Las consecuencias que eso conlleva son numerosas, algo que agrava más la situación. Pero también algo a lo que se debe hacer frente con mayor hincapié.
Por esta razón, vemos que van surgiendo empresas que desean basar su potencial diferenciador en el punto ecológico. Mananalu o Nea marcan solo el principio de un camino que, por el bien del planeta, deben ir recorriendo más firmas nacientes. Otro dato que apoya a las botellas de aluminio reciclado es el del aprovechamiento de los plásticos, que aun llevados a plantas de reciclaje, solo el 9 % tienen ahí su final. De todos los que se generan, esa insignificante cifra se reutiliza, según un estudio publicado por la revista científica Science Advances. Visto todo esto, el cambio de mentalidad debe ir ganando peso.
Más que botellas de aluminio reciclado
Y para que ello sea posible, una interesante alternativa está en las botellas de aluminio reciclado que, si bien tienen una desventaja medioambiental, por otro lado resultan beneficiosas. Al menos, a largo plazo y con un cuidado mantenimiento en el día a día, de forma que la duración del producto sea prolongada. Antes de explicar mejor a qué nos referimos con esto, debemos recordar que este material alternativo también genera impacto. Porque con su fabricación, en las industrias se emiten gases CO2 de efecto invernadero. Es así más contaminante que la producción del plástico, pero no significa que sea más dañino para nuestra Tierra. ¿Por qué? Se fabrican muchas más botellas tradicionales (ya sean para contener agua o refrescos).
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En cambio, las botellas de aluminio reciclado se producen bastante menos y, además, no están pensadas para un empleo de usar y tirar. Al contrario de lo que sucede con las de plástico, estos recipientes mantienen sus buenas condiciones para su utilización durante meses e incluso años. Por este motivo, resultan más aconsejables. Sí contaminan más al fabricarlas, pero su menor producción y su cero impacto al medio natural siempre que se reciclen adecuadamente, terminan compensando.
No importa que se destinen a contener agua, zumo, café o cualquier otra bebida. Sí importa (y bastante) que sean tan útiles como para transportar líquido adónde queremos, siempre en un recipiente reutilizable. Las botellas de aluminio reciclado o las de acero inoxidable que venden ya variedad de marcas son todo ventajas. Para no consumir frecuentemente plástico y evitar así su impacto posterior. Pero también para ahorrarte un dinero e incluso esquivar contaminantes que puedan salir del material con el tiempo.
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