La digestión es una segunda naturaleza, entonces, ¿por qué concentrarse en ella? Si problemas como hinchazón, calambres, gases, diarrea, estreñimiento, etc. se han convertido en una parte normal de su vida, es hora de tomar medidas para mejorar la digestión.
No es necesario salir a comprar suplementos costosos para mejorar la función digestiva. La digestión se puede mejorar fácilmente con alimentos saludables que ya están en su cocina y acciones positivas a lo largo del día.
Energizado, radiante y saludable (sí, el funcionamiento del sistema digestivo ayuda a los tres): ¡aquí tienes!
Sistema digestivo 101
El proceso del sistema digestivo es, en resumen, cómo el cuerpo digiere y utiliza los alimentos para obtener energía.
Los alimentos se descomponen en carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas y se utilizan para generar energía, crecimiento y reparación. Este proceso tiene una variedad de actores clave que incluyen órganos, microbioma, nervios, hormonas, bacterias e incluso sangre.
La digestión funciona moviendo los alimentos a través del tracto gastrointestinal, comenzando en la boca y terminando en el intestino delgado. Las moléculas de alimentos descompuestas son absorbidas principalmente por el intestino delgado y pasadas a otras partes del cuerpo para su almacenamiento o cambios químicos adicionales. El torrente sanguíneo transporta azúcares simples, aminoácidos, glicerol y algunas vitaminas y sales al hígado.
El sistema linfático, una red de vasos que transportan glóbulos blancos y linfa por todo el cuerpo, absorbe ácidos grasos y vitaminas. Todo este proceso está controlado por hormonas y reguladores nerviosos en el cuerpo y ocurre sin que sintamos nada.
Desafortunadamente, el sistema digestivo sufre cierto desgaste a lo largo de los años. Cosas como el estrés, las hormonas, la genética, las intolerancias alimentarias y las alergias, el uso de suplementos y antibióticos, la salud de la tiroides y lo que consumimos a diario pueden tener un efecto en el funcionamiento de nuestro sistema digestivo. A continuación, le indicamos cómo mejorar su sistema digestivo (bastante mágico) de cinco maneras sencillas.
1. ¡Mastique!
¿La forma más fácil de mejorar la digestión lo antes posible? Mastica tu comida.
Aunque masticar parece intuitivo, vivimos en una sociedad donde las comidas a menudo se apresuran entre reuniones de negocios o se devoran frente a un atracón de Netflix.
Sin embargo, cuando comemos apresuradamente, a menudo no nos tomamos el tiempo para encender nuestro sistema de “descanso y digestión” (sistema nervioso parasimpático) y masticar y digerir adecuadamente nuestra comida.
Cuando el sistema nervioso parasimpático se activa, aumenta la saliva, se liberan enzimas digestivas, disminuye la frecuencia cardíaca, se relajan los músculos y se conserva la energía. Durante este tiempo, nuestro sistema digestivo avanza a toda velocidad para digerir nuestros alimentos, no se detiene en un punto muerto esperando que los niveles de estrés caigan en picado.
¿Otra razón para masticar cada bocado? La boca es la primera etapa del proceso digestivo. Dentro de la boca, las enzimas se mezclan con la saliva y una enzima particular, la amilasa, ayuda a iniciar el proceso químico de descomposición de los carbohidratos.
Esto significa que tomar bocados lentos y múltiples de su próximo trozo de pan de calabaza garantizará una digestión adecuada desde el principio.
2. Vinagre de sidra de manzana
El vinagre de sidra de manzana crudo y sin pasteurizar es un alimento fermentado (lleno de probióticos) conocido por ayudar a la digestión. Aquellos con enfermedad del intestino irritable (SII) a menudo han encontrado alivio tomando una inyección diluida de ACV (¡o intente beber vinagre!) Para ayudar con la producción de ácido estomacal.
También se cree que el vinagre de sidra de manzana crudo aumenta la secreción de enzimas digestivas, lo que ayuda a digerir de manera óptima los alimentos en el tracto gastrointestinal.
El consumo de vinagre crudo con las comidas puede incluso ralentizar la respuesta glucémica, incluso en personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.
3. Alimentos amargos
Los alimentos amargos como el jengibre, la col rizada, la rúcula, la endibia, el diente de león, la toronja y la achicoria ayudan a promover y mejorar la digestión. Los alimentos amargos ayudan a estimular el movimiento gástrico para descomponer alimentos y líquidos.
Según la herbolaria clínica Danielle Charles-Davies, “cuando los receptores amargos de la lengua reconocen una sustancia amarga, comienza una cadena de eventos neuronales y endocrinos”.
Este reflejo amargo está mediado por la liberación de la hormona intestinal, gastrina, que da como resultado una estimulación general de la función digestiva.
Con el tiempo, el reflejo amargo fortalece la estructura y función de todos los órganos digestivos, incluidos el hígado, el estómago, la vesícula biliar y el páncreas.
4. Alimentos fermentados
Los alimentos fermentados, como el kimchi, el kéfir, el chucrut y la kombucha, son sencillos para la salud digestiva. Estos alimentos están naturalmente llenos de bacterias amigables que ayudan a digerir y descomponer los alimentos dentro del tracto gastrointestinal.
Los alimentos fermentados no solo tienen un alto contenido de vitaminas y minerales beneficiosos, sino que también ayudan en la absorción de nutrientes y refuerzan el sistema inmunológico.
5. Respire y practique la alimentación consciente
Antes de profundizar en su próxima comida, tómese unos minutos para estar atento. Tome algunas respiraciones; trae presencia a tu cuerpo, tu comida y tu estado mental. No solo se sentirá más relajado, sino que estará más en sintonía con los sabores, los sabores y las texturas de la comida que está comiendo.
Comience su próxima comida respirando profundamente tres veces para iniciar su sistema nervioso parasimpático y promover un funcionamiento digestivo óptimo.
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