10 lecciones que aprendí de mi perro salchicha

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Durante años, mi mantra principal ha sido: REDUCIR LA VELOCIDAD. Soy una de esas personas que va a toda velocidad por la vida como un derviche, impulsado por un motor interno puesto a toda velocidad el 99% del tiempo. Sin embargo, no importa cuántas veces me repita este mantra en un intento de forzar a un yo más lento a la realidad, nada me ha frenado NUNCA como formar equipo con un compañero de vida cuyas piernas miden dos pulgadas de largo.

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